Sucedió en Santa Ana (California; EE UU). Allí vive Milagros Pérez, una niña de cuatro años que nació sin piernas. Un día a comienzos del mes de diciembre, alguien le robó la silla de ruedas personalizada con la que se desplazaba. Inmediatamente, la madre de Milagros llamó a la policía para denunciar el robo. Aunque la silla de ruedas fue devuelta días después, aquella noche sucedió algo mágico
En el momento en el que los agentes de policía se presentaron en la casa de Milagros, comprobaron que la niña había quedado en una situación bastante desesperada… y más teniendo en cuenta que estábamos casi en las Navidades, la época del año en la que los niños tienen que reír…y no llorar. Inmediatamente, el cuerpo de policía local se puso manos a la obra… y, entre el personal del cuerpo recaudaron 3,000 dólares para que la madre de Milagros pudiera comprar regalos a su hija Milagros (y a su hermano pequeño). Además, los policías aparecieron en casa de los Pérez con un árbol de Navidad.
Pero eso no fue todo. La noticia del robo saltó a las redes sociales y, al final, las donaciones que llegaron a la casa de los Pérez sumaron 28.448 dólares. ¿El final de la Historia? Días después, alguien devolvió la silla de ruedas… pero no antes de que la historia de Milagros tocara el corazón de muchos norteamericanos.