Si se pregunta a economistas o se consulta la prensa salmón –la que, tradicionalmente, trata las noticias económicas y empresariales- todos coincidirán: el absentismo laboral es un fenómeno que cuesta cada año miles de millones de euros a nuestro país. Dentro de este panorama, siempre se ha asociado al trabajador discapacitado con una mayor tendencia a las bajas laborales… lo que supone una falsa creencia.
En primer lugar, porque apenas existen datos sobre el particular… o no existían hasta ahora. Y es que la Fundación Adecco acaba de presentar, dentro del IV Informe Adecco de Absentismo, los resultados de una encuesta llevada a cabo entre 297 empresas. El objetivo del estudio era profundizar en la incidencia del absentismo entre los trabajadores con discapacidad, realizando una comparativa entre éstos y los demás empleados.
¿La conclusión de la encuesta? Medianamente clara: ser un trabajador discapacitado no es un factor que incremente, por sí sólo, el absentismo laboral. Muy al contrario, la incidencia del mismo es inferior a la media en todos los supuestos. Un 79% de las empresas no registra más ausencias entre sus trabajadores con discapacidad.
Cuando se les pregunta a las empresas si la discapacidad influye en las ausencias de sus trabajadores, la mayor parte de las empresas lo tienen claro: un 50% responde con un no rotundo, mientras que un 29% estima que estas diferencias no se experimentan de forma significativa.
Para hacer la encuesta, se les ha pedido a las empresas que valoren que situaciones inciden en un mayor índice de discapacidad entre sus trabajadores… primero entre el general de sus plantillas y luego entre sus trabajadores discapacitados. Curiosamente, en todos los casos –excepto en aquellos que remiten específicamente a la particularidad de la discapacidad- la incidencia del absentismo es mayor entre los trabajadores no discapacitados que entre los discapacitados. Traducido a cifras, las opciones “mucha incidencia” y “máxima incidencia”, han alcanzado una media en porcentaje del 10,4% entre todos los empleados, situándose en cerca de la mitad entre aquéllos que tienen discapacidad (6,3%). Y es que, según parece, muchos trabajadores discapacitados tienen valores intrínsecos relacionados con esfuerzo, afán de superación, capacidad de sacrificio, motivación… lo que podría estar detrás de los resultados del estudio.