Así es. En época de los recortes, cuatro grupos de investigación, todos ellos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se han puesto de acuerdo para coordinar sus investigaciones sobre la atrofia muscular, una enfermedad considerada rara… demasiado rara como para interesar (desde un punto de visto económico) a las empresas farmaceúticas. En realidad, este esfuerzo de coordinación entre investigadores, del sector público, no es nada común… por lo que merece ser destacado.
Los grupos de investigadores que se han relacionado en esta investigación son el Servicio de Neurología del Hospital La Fe de Valencia, el Laboratorio de patología neuromuscular y mitocondrial del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) de Barcelona, el Laboratorio de Genómica Traslacional Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA de la Universidad de Valencia y, por último, la Unidad de Inmunopatología del SIDA del Instituto de Salud Carlos III, de Madrid
El proyecto de colaboración ha sido posible gracias a la colaboración de Conquistando Escalones, una asociación de pacientes dedicada a dar a conocer y a recaudar fondos para la investigación de esta enfermedad.
El gen de la Transportina 3 (TNPO3)
Este gen, también implicado en el proceso de infección del virus del SIDA, será estudiado por estos cuatro equipos de investigación. ¿El objetivo del trabajo? buscar fármacos contra la distrofia muscular y, a su vez, desarrollar nuevos antirretrovirales. Y es que la Transportina 3 es esencial en la infección y transmisión del virus VIH. Esto significa que los pacientes que muestran un defecto genético en esta proteína que provoca la distrofia muscular… también presentan una alta resistencia a la infección por el VIH.
Pepe Varela