Todo nace a través de una fotografía de Sani Maikatanga, una fotógrafa freelance de la agencia Reuters. Ella fue la que, a través del objetivo de su cámara, descubrió en Kano, una ciudad del norte de Nigeria, a Rahama Haruna. ¿Y quién es Rahama? Pues una joven de rostro dulce que, sin apenas cuerpo, pide limosna desde dentro de un barreño. El encuentro entre la joven discapacitada y la fotógrafa se produjo gracias a M. Jirgi, un hombre de negocios y antiguo corresponsal de la BBC, que quería regalarle una silla de ruedas a Rahama.
Tomadas las fotos, la fotógrafa colgó su trabajo en redes sociales… y los ofrecimientos de apoyo a Rahama no tardaron en llegar. Y es que la joven discapacitada necesitaba ese apoyo… y más. Para hacerse una idea de la situación no hay más que mencionar que su hermano, de 14 años, ha estado cargando, desde muy niño, la palangana verde sobre su cabeza. Así, día tras día, el pequeño recorría los 25 kilómetros que separan su hogar del centro de Kano, donde su hermana pide limosna.
Después de comprender cuál era su situación, y asumirla, Rahama reconoce, hoy, sentirse afortunada de estar viva. Su cara dice que no miente, puesto que su mirada sonríe al mencionar que ahora ya no tiene que viajar sobre la cabeza de su hermano… sino que lo hace, aún metida en su palangana verde, en la silla de ruedas recién recibida.