Viajar con un niño o una niña discapacitada requiere tener en cuenta ciertas cuestiones… cuestiones que tendremos que tener claras aun antes de salir de casa. Seguro que muchas de ellas ya las pone en práctica -si es que éste fuera su caso-… pero no estaría de más tenerlas en cuenta.
-Adaptación de la residencia de destino
Lo mejor sería que las habitaciones adaptadas estén en la planta baja de la casa u alojamiento. Si no fuera así, es importante comprobar que los ascensores estén operativos. También que el baño que va a utilizar la persona discapacitada está plenamente accesible y adaptado.
Hable con la aerolínea con la que va a volar. Pregunte sobre lo que pueda necesitar (asistencia a viajeros discapacitados, distancia entre el asiento y el baño, existencia de menús especiales…). Por nuestra parte, sería bueno no esperar hasta el último momento para hacer la reserva del billete.
-Transporte
Puede que se piense en alquilar un vehículo durante el viaje. En ese caso, habría que contemplar la posibilidad de contactar a una empresa que esté especializada en furgonetas y automóviles adaptados.
-Medicamentos
Mejor asegurarse de que mete en la maleta medicamentos suficientes para todo el viaje. Además, no estaría de más informarse, en las farmacias de nuestro punto de destino, acerca de la disponibilidad de las medicinas que se van a necesitar. En cuanto a cómo transportar estos medicamentos, mejor hacerlo en el bolso de mano que llevemos con nosotros sin facturar… y siempre teniendo en cuenta las limitaciones de líquidos en el aeropuerto.
–Equipo
Hay que ir bien pertrechado… pero sin pasarse. Consulte con anticipación acerca de la disponibilidad de sillas de ruedas, andadores y demás equipos de movilidad que se necesitarán. Si viaja con menos equipo, el viaje podrá ser más sencillo para toda la familia.