Maternidad y discapacidad en el Día de la Madre

Maternidad y Discapacidad RehatransLas madres de un hijo o hija discapacitada son, si cabe y desde su coraje para luchar contra una vida adversa, especialmente admirables. Y es que, en el Día de la Madre, convendría reflexionar sobre las negativas formas sociales establecidas en torno a las mujeres con discapacidad que quieren ser madres. De ellas se asume, en cuanto a la maternidad, que carecen de la autonomía y nivel de inclusión y equidad suficientes (entre otras supuestas carencias de potencialidades) para decidir libremente y ejercer su derecho a la fecundidad (primero) y a la maternidad (después).

Se tiende a contextualizar, casi siempre desde la ignorancia y del desconocimiento, la maternidad desde la discapacidad como una experiencia terrible, de sufrimiento de permanente infelicidad. Quien tenga una experiencia personal (o cercana -ha de ser muy cercana-) con esta experiencia sabrá que es dura -en muchos casos, por el precario (cuando no inexistente) apoyo social que se da a estas situaciones- pero, muy a menudo, feliz y Madre discapacitada REHATRANSenriquecedora.

El embarazo y el parto

La mujer discapacitada, es discapacitada…pero es, sobretodo, mujer y persona. Por eso, como muchas mujeres, es probable, que quieran tener hijos. Su biología y sus sentimientos, se lo piden… y tienen derecho a sentirlo y a desearlo…pese a todas las incertidumbres, que es natural que existan, por mucho que no siempre tengan una razón lógica. Y es que muchos médicos expertos coinciden en señalar que, en caso de que la discapacidad se deba a un traumatismo medular ocasionado por un accidente, el embarazo no empeora la lesión de la mujer (en la mujer, el traumatismo provoca amenorrea o desaparición temporal de la menstruación, pero su fertilidad no se ve alterada). En cambio, si podría interferir si la causa es neurológica, como una esclerosis múltiple.

En cuanto al momento del parto, y aunque el sistema nervioso no responda, el cuerpo de la Madre con discapacidad Rehatransmujer se las arregla para avisar que ya llega el momento del alumbramiento. Luego, la inmovilidad y falta de sensibilidad en piernas y o brazos, puede derivar en problemas vasculares o riesgo de anemia en la madre.

En opinión de Dalia Rodríguez, ginecóloga del Instituto Universitario Dexeus “antes de quedarse embarazada es importante realizar un estudio de la lesión. Habrá que retirar o disminuir medicaciones para que no afecten al feto”. Además, y dado que, si la lesión está por encima de la décima vértebra lumbar, no se sienten las contracciones, lo mejor será que la madre esté hospitalizada desde la semana 30/32 de embarazo.

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