Las impresoras 3D continúan revolucionando el mundo de la discapacidad. Por ejemplo, esta nueva forma de hacer las sillas de ruedas, utilizando esta nueva tecnología, promete suponer toda una revolución en los modos de desplazamiento de las personas discapacitadas. El avance es culpa de Benjamin Hubert, director de la agencia de diseño de Londres Layer.
Las sillas de ruedas, hechas a medida, son personalizadas mediante la asignación de la información biométrica del usuario. Los datos recogidos son, posteriormente, introducidos en el software de impresión 3D para producir un asiento a la medida. Así es como se hacen las sillas de ruedas GO.
Según palabras de Benjamin Hubert, para desarrollar esta innovación “hemos escuchado las historias de los usuarios de sillas de ruedas y los profesionales de la medicina, Luego, transformamos esas historias en información que nos ayuda a hacer nuestro trabajo”. Sobre el uso de la tecnología 3D en la construcción de GO, Hubert ha señalado “la impresión 3D para la fabricación es la tecnología más adecuada, y potente, para capturar la forma del cuerpo único de cada individuo. Esto permite mejorar la forma y formato de un producto muy necesario”.
Con respecto a las características técnicas de GO hay que destacar:
-Ajuste.
Hecha a la medida, GO fabrica sillas de ruedas que se ajustan a las mediciones específicas del cuerpo, peso y discapacidad del usuario.
–App.
La aplicación GO permite a los usuarios participar del proceso de diseño de su silla de ruedas.
-Guantes.
El sistema de guantes GO ofrece una relación significativamente mejorada, con respecto a las sillas de ruedas convencionales. entre potencia y empuje.
En realidad, la construcción de GO ha sido una suma de esfuerzos. Para empezar, la silla de ruedas GO cuenta con un freno de mano, equipado con una palanca de fácil acceso, diseñado por el estudio de diseño Capa. El inventor británico Sam Pearce se ha ocupado de crear una rueda de amortiguación diseñada, específicamente, para ayudar a los usuarios a transitar por calles irregulares y terrenos difíciles. Por último, el estudio de diseño Priestmangoode se encargó de desarrollar un asiento anatómico de última tecnología. Lo dicho, una suma de esfuerzos.