Durante meses, colectivos de discapacitados de Vigo han protagonizado diversas protestas en la ciudad. ¿La razón? Poder acceder, sin problemas, con sus sillas eléctricas, a la flota de autobuses de la empresa municipal de transportes públicos de la ciudad, Vitrasa. Así, después de semanas de conversaciones y conflictos, el Ayuntamiento de Vigo ha confirmado que, en los próximos días, los viajeros discapacitados (y sus sillas eléctricas) podrán subir a los vehículos de Vitrasa (la empresa municipal de autobuses de Vigo) para desplazarse sin problema alguno por la ciudad… aunque previamente tendrán que entrenarse para que el proceso no genere dificultades al servicio.
Para conseguirlo, la concesionaria del transporte urbano dará un cursillo personalizado a cada discapacitado. También se ha preparado, por parte de las autoridades municipales de Vigo, una normativa específica. Por ejemplo, se ha establecido un tope de 300 kilos de peso para las sillas de ruedas que pueden acceder a los buses municipales, así como dimensiones máximas. Igualmente, los discapacitados tendrán que hacer pruebas de desplazamiento en su interior, y también ejercicios de acceso, bajada y movimientos dentro del vehículo.
Por su parte, Vitrasa se ha comprometido a instalar anclajes de seguridad para las sillas. Además, se señalizarán los espacios reservados y específicos en los autobuses, los cuales estarán situados, siempre, a la contramarcha del autobús.
Con la decisión municipal se cierra un proceso de protestas que inició una vecina de Navia, una parroquia de Vigo, a finales del año pasado. Posteriormente, otro vecino se enfrentó con la concesionaria cuando el vehículo no se detuvo en la parada donde estaba esperando para acudir a clase. Ya en marzo, varios discapacitados se concentraron en la Praza do Rei por el mismo motivo, y. entre ellos, se encontraba el nadador paraolímpico Chano Rodríguez, lo que dio más relevancia a la protesta.
En todos los casos, los afectados relataban situaciones similares: que no les permitían montar en los autobuses por considerar que, la normativa legal, no amparaba el acceso de sillas eléctricas a los autobuses municpales. Al parecer, los autobuses carecían de anclajes y ello generaba un problema de seguridad. Ahora, el problema ha sido solucionado… y poniendo en marcha una medida pionera en España: los cursos de formación.
Puedes encontrar más información consultando nuestro manual para anclar correctamente una silla de ruedas.