Ubicado en la población conquense de San Clemente, este es el peculiar nombre que se le ha dado a un peculiar museo: la instalación que acoge la faceta de coleccionista del pintor Antonio López.
Ubicado en el mismo edificio que, antiguamente, hizo las veces de cárcel del pueblo, el Museo del Objeto Encontrado sirve de espacio expositivo para una faceta escasamente conocida del pintor Antonio López… tanto que permaneció oculta hasta el año 1994. En esa fecha, el pintor realizó una exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y varios amigos le convencieron para reunir la obra… cosa que hizo.¿Qué vamos a encontrar en el Museo del Objeto Encontrado? Pues, por un lado, objetos que son homenajes a artistas, bien porque los mismos objetos se asemejan a ese artista o a una determinada obra de él y, por otro, por una curiosa obsesión de Antonio López por buscar rostros en objetos diversos.
Paseando por las instalaciones de este extraño y divertido lugar, el visitante -que, en ningún caso, va a poder permanecer impasible ante lo que va a ver- descubrirá en su recorrido, rostros y caras muy particulares en latas, piedras, objetos destinados a la basura, en los troncos de árboles (u otros elementos de la naturaleza) y en muchísimos sitios más. Por ejemplo, ¿alguna vez te has fijado en que los buzones parecen que tienen una boca enorme?
Para conseguir reunir la colección instalada en el Museo del Objeto Encontrado, Antonio López ha estado coleccionando objetos durante más de medio siglo.
Distribuida la colección en dos plantas, si tienes alguna discapacidad, podrás recorrer la muestra de principio a fin, puesto que el museo es totalmente accesible… además de poder apuntarte a alguno de los talleres especialmente diseñados para personas con discapacidad. Totalmente libre de obstáculos, y dotado con suelo antideslizante, hay una cabina de aseo especialmente diseñada para visitantes en silla de ruedas.
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