Durante dos largos años, Diana, una joven de 15 años natural de Kazajistán, no pudo mover un solo dedo de sus pies. Todo ocurrió muy rápido. Sana y deportista, de un día para otro, Diana dejó de sentir su mano. Dos días después, ya no podía caminar… y así es como, desde su país natal, Kazajistán, la adolescente llegó a la Clínica Universidad de Navarra.
Una vez en el centro quirúrgico, y a la hora de abordar la cuestión de porqué Diana no podía caminar, el primer reto de los especialistas fue averiguar si existía “algún problema físico que le impidiera caminar”, explica la doctora Sánchez-Carpintero, especialista de Pediatría y Neurología Infantil. Eso les llevó a realizar unas exploraciones muy detalladas y, finalmente, el equipo de especialistas descartó “un fallo neurológico que le impidiera andar”.
Diana padecía un trastorno somatomorfo por el que, tras un problema físico que produce dolor o disfunción, se generan síntomas de ansiedad o depresión. Dichos síntomas no se expresan como tales, sino como mantenimiento del dolor o de la disfunción que es desproporcionada para la causa inicial. Estos síntomas pueden ser de lo más diverso, pudiendo ir desde la ceguera a sordera, parálisis, dolores musculares o articulares… En el caso de Diana, los médicos valoran la posibilidad de que el suyo sea un caso autoinmune, que fue afectando a diversas partes de su cuerpo (en el caso de esta joven empezó con la pérdida de sensibilidad de una mano) hasta llegar a las piernas.
El equipo médico señala que, quizás, una de las partes más complicadas del proceso fue hacerle ver a una persona, que llevaba dos años sin caminar, que podía hacerlo. Según explicó la Doctora Milagros Casado, directora del Departamento de Rehabilitación de la Clínica Universidad de Navarra “entre los fisioterapeutas, los facultativos y todo el personal conseguimos llegar a una recuperación importantísima: de no poder andar, en cuatro meses ha conseguido una autonomía personal completa”. Hoy Diana vuelve a ser una chica feliz que pasea por la playa acompañada de su madre.
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