¿Quién no ha oído hablar del Yacimiento de Atapuerca, en Burgos? Fundamental para comprender la evolución de la especie humana, en la capital de la provincia el Museo de la Evolución Humana ofrece una completa, amena, divulgativa y moderna forma de mostrar nuestro desarrollo como especie.
Obra del arquitecto y pintor Juan Navarro Baldeweg, el Museo de la Evolución Humana es, en realidad, tres edificios intercomunicados que conforman un complejo. En el centro está el Museo de Evolución Humana, pieza angular del complejo; a su izquierda, el Centro Nacional de Investigación Humana (CENIEH): y, en tercer lugar, a la derecha, Fórum Evolución Burgos, sede del auditorio y el Palacio de Congresos. En todo caso, cualquiera de los tres edificios del complejo son perfectamente accesibles y están completamente adaptado a las necesidades y posibilidades de un usuario en silla de ruedas (rampas, suelos antideslizantes, expositores accesibles desde la altura de alguien que vaya en una silla de ruedas, baños adaptados, itinerarios sin desniveles…).
En cuanto al contenido de la muestra, el edificio del Museo de la Evolución Humana ha conseguido recrear la Sierra de Atapuerca… dentro de la misma ciudad de Burgos. ¿Cómo se ha conseguido? Desarrollando una plantación de especies autóctonas de la Sierra. De este modo, y desde dentro del edificio, grandes cristaleras permiten estar conectados con el paisaje exterior, haciendo que el edificio sea espectacular por sus dimensiones y luminosidad. Dentro de este espacio se ha organizado un espacio expositivo de 15.000 metros cuadrados repartidos entre la exposición permanente, la exposición temporal, las salas de talleres, el salón de actos y las zonas de servicios.
La razón de ser del Museo de la Evolución Humana es conservar, inventariar y difundir los restos arqueológicos hallados en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca. La institución ha conseguido que estos restos arqueológicos, un referente mundial en el proceso evolutivo del hombre, hayan quedado relacionados (respetando un criterio cronológico) con la cultura, ecología y biología de la región en la que se encuentra el yacimiento.
En el Museo de la Evolución Humana podemos ver fósiles de una especie homínida de 850.000 años hallados en el yacimiento de Atapuerca. Además, nos espera una perfecta recreación del yacimiento Gran Dolina, que es donde todo empezó. Allí veremos diez reproducciones de homínidos ordenados cronológicamente.
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