Esta es la especialidad de la compañía francesa Inextremiste, la cual, estos días de gira por España, sorprende a los asistentes a sus espectáculos con un imaginativo montaje de circo solidario, sorprendente y nada (nada) convencional.
Desde el año 2012 -la compañía fue fundada en el 2010-, Inextremiste está recorriendo el mundo con su espectáculo Extrêmités… el mismo que ahora presentan en diversas ciudades 
españolas. Pieza estrenada en París con la que han recorrido múltiples ciudades europeas, esta brillante creación colectiva nos hará vivir en directo el más difícil todavía, en una continua búsqueda del equilibrio. Los tres protagonistas utilizan elementos poco convencionales, como bombonas de butano y planchas de madera, con las que desafían las leyes de la gravedad.
Una de las peculiaridades de los espectáculos de Inextremiste es la conexión existente entre los números desarrollados por cada uno de sus miembros… toda una metáfora de la solidaridad, del nexo que nos une a los unos con los otros. El mensaje es claro: cada movimiento de un acróbata afecta al de otro, de igual manera que la supervivencia del grupo depende de la todos y cada uno de sus miembros.
¿Y, por qué este canto y exaltación de la solidaridad? Pues porque uno de los miembros fundadores del grupo, Rémi Lecocq, realiza sus acrobacias en silla de ruedas, como resultado 
de un accidente sufrido hace ya más de diez años, mientras practicaba un número con una compañía circense anterior.
El espectáculo comienza con el abuso (aparente) sobre el compañero discapacitado, en un juego sádico del que sólo disfrutan los matones… esos matones que existen en cada rincón de la sociedad. Y ahora una pequeña revelación sobre el espectáculo: el público juega su papel en el montaje.
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