Uno de los problemas físicos más comunes, entre las personas con discapacidad, es la pérdida de masa muscular. Esto lleva a que sus extremidades sean propensas a padecer lesiones como las luxaciones. Un buen modo de defenderse ante estas lesiones es llevar a cabo sesiones de pesas… aunque habrá que hacerlo con cuidado y asesorados por expertos.
Las primeras sesiones de gimnasio deberán de transcurrir… sin tocar una sola pesa. El músculo está desacostumbrado al ejercicio, así que será mejor empezar con unos estiramientos. Como ya hemos dicho, será bueno hacer esto con un preparador especializado. Él sabrá diferenciar entre el dolor que avisa de un ejercicio mal realizado… y el dolor (más transitorio) que nos indica que nos estamos entrenando bien.
Otro error: no fijarnos en lo que hacemos y estamos consiguiendo nosotros… y si no lo que hacen y están consiguiendo los demás. En los gimnasios la gente tiende a mirarse los unos a los otros, parece que todo el mundo hace deporte para estar mejor que los demás. Lo mejor será no preocuparse por eso y centrarse en la propia meta. Al hacerlo, desaparecerá todo tipo de paranoia al respecto. Es muy importante que las personas discapacitadas -en realidad esto vale para todo el mundo- no se midan a sí mismos con los estándares de los demás (no hay estándares que valgan cuando se trata de una mejora personal. Cada uno tiene la suya).
Para empezar con las pesas, lo mejor será empezar con pesas de dos kilos y las tradicionales flexiones de bíceps. Luego continuar con incrementos de pesos de dos en dos kilos.
Las máquinas de ejercicios
En los gimnasios adaptados para personas discapacitadas, las máquinas de entrenamiento ofrecen formas de ejercicios muy adecuadas, puesto que muchas de ellas son utilizadas en una posición sentada. Hay máquinas de entrenamiento específicas para personas en sillas de ruedas. Éstas normalmente son una estación múltiple y permiten una facilidad de transición de un ejercicio a otro. Este tipo de entrenamiento es posible para las personas en sillas de ruedas con asistencia en la transferencia, de un ejercicio a otro, por parte de un profesional calificado (aunque esto dependerá del tipo y grado de discapacidad de cada uno).
También puede interesarte
-Consejos para personas discapacitadas en el gimnasio