Es probable que hayas oído hablar de Bodegas Alvear, la bodega más antigua de Andalucía y la tercera más antigua de toda España… al haber sido fundada, allá por el año 1729, por Don Diego de Alvear y Escalera. Hoy, ocho generaciones después, la familia mantiene la tradición familiar de la bodega. Lo hacen conservando el rico legado histórico y patrimonial. Lo que quizás no sepas es que, si quieres visitar las instalaciones de Bodegas Alvear, sin encontrar una sola barrera arquitectónica, además de toda la accesibilidad posible, puedes hacerlo.
Cuando hablamos de TODO nos referimos a TODO, empezando por la entrada principal y continuando por la zona de envejecimiento del vino y siguiendo por el resto de las instalaciones de la bodega: tolva de recepción de la uva, zona clasificación, laboratorio, zona de fermentación, zona de embotellado, sala de fabricación de barricas, sala de catas y sala de Enoteca-tienda. Además, evidentemente, hay una cabina de aseo, accesible e independiente para personas en silla de ruedas.
El recorrido, en visita guiada por la bodega, incluye: zona de lagar, sala de fermentación, bodega de crianza monumental y línea de embotellado. El guía explicará el proceso de elaboración de los vinos de la casa amparados por la Denominación de Origen Montilla Moriles. Para finalizar se realiza una degustación de tres vinos: Fino CB (seco), festival Pale Cream (semi dulce) y Pedro Ximénez 1927 (dulce).
Las visitas a Bodegas Alvear es toda una experiencia de enoturismo que no debes perderte. Y es que, de los extensos viñedos de la bodega, situados en los famosos pagos de la Sierra de Montilla y Moriles (Córdoba) proceden los excepcionales vinos generosos de la bodega, famosos en el mundo entero.
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