Laura Gehlhaar, una mujer alemana, residente en Berlín, que lleva desde los 22 años sentada en una silla de ruedas, a causa de una enfermedad muscular. Desde que hace dos años decidió abrirse una cuenta en Tinder, no le han faltado candidatos con los que citarse.
Abrió su cuenta en Tinder y…
Nacida hace 34 años en Düsseldorf (Alemania), Laura no se cansa de reivindicar la normalidad frente al rechazo que muchos todavía experimentan al verse confrontados a alguien que, como ella, va en silla de ruedas. Desde que se abriera su cuenta en Tinder, Laura no ocultó su discapacidad… puesto que, en la foto de su perfil, se la veía sentada en su silla de ruedas.
En este sentido, Laura cree que su propia discapacidad se convirtió en una suerte de filtro. Según ha declarado Laura en diferentes entrevistas “la gente que me respondía en Tinder lo hacía porque, imagino, que les causaría un efecto positivo, porque en mi perfil yo tenía una imagen en la que se me veía en silla de ruedas, seguramente había muchos que no me decían nada porque no querrían discapacidad en sus vidas. A mi entender, mi fotografía en silla de ruedas me ha permitido conocer a mucha gente buena”.
Primero, un blog; después, un libro
Dos años después de empezar con sus experiencias en Tinder, Laura Gehlhaar decidió contar sus experiencias a través de su blog Frau Gehlhaar -“Señora Gehlhaar”-. Además, Laura ha escrito un libro titulado con el sugerente título ¿Se puede hacer algo todavía ahí? (Kann man da noch was machen?). La propia Laura ha respondido, en repetidas ocasiones, a esta pregunta tanto a amigos, como a desconocidos y a medios de comunicación. A este respecto, siempre dice lo mismo “Yo veo que la sexualidad es una parte de mi vida, ¿Por qué negar esa parte por el mero hecho de estar discapacitada? Hacer eso es una tontería. Soy una persona y, como cualquier otra, tengo necesidades sexuales, las mismas que cualquier persona que tenga hormonas”.
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