Es éste un buen ejemplo de que la eliminación de barreras arquitectónicas es algo que no sólo importa -y afecta- a las personas con discapacidad.
También importa -y mucho- a las personas que, por edad (o sea, a todos, o a la mayoría, de nosotros en un momento determinado de nuestras vidas). Una de estas personas es Francisco Núñez Olivera, tiene 112 años de edad, va en silla de ruedas, vive en Bienvenida (Badajoz) y sus 112 años le convierten en el hombre más viejo del mundo. Lo es desde el fallecimiento del israelí Yisrael Kristal, superviviente de Auschwitz.
Casi 113 años
Francisco, al que le quedan cuatro meses para cumplir los 113 años de edad, ha trabajado toda su vida en el campo, como agricultor. El mismo se autodefine como una persona sencilla, de vida tranquila y costumbres fijas, entre las que no faltaban pasear por las calles y jugar la partida con los amigos en el bar. Ahora, sentado en una silla de ruedas, en el comedor de una casa de anchos muros con los que puede esquivar algo el sofocante calor de este verano, a Francisco le gusta recibir visitas en su casa.
Hasta hace poco, caminaba
En realidad, Francisco andaba sólo por las calles de su pueblo hasta que cumplió los 107 años de edad. Jugaba su partida de cartas, hablaba con los vecinos. Al final, la edad debilitó sus piernas y, sentado en su silla de ruedas, ya lleva varios años sin salir de casa. Allí cuida de él su hija María de 81 años.
El soldado más veterano
Este anciano de Guinness tiene varias titulaciones, entre ellas la de ser el veterano, más veterano, del Ejército Español: vivió las guerras del Rif y Civil Española. Mientras el tiempo pasa, desde su silla de ruedas, sigue estando al tanto de lo que pasa en el mundo. Y es que, desde que se operara de catataras, con 90 años de edad, Francisco lee el periódico todos los días.