Todo un sueño para los ocho niños europeos con discapacidad, a los que la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) va a dar la oportunidad de ser capaces de experimentar la ingravidez y la gravedad lunar en un vuelo parabólico
Y todo ello, gracias a una iniciativa de la campaña Kid’s Weightless Dreams (Sueños Ingrávidos de los Niños), lanzada por Novespace (del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia, CNES) y la asociación Rêves de Gosse. Los niños afortunados -y envidiados- acaban de vivir la experiencia el pasado jueves 24 de agosto. Para ello, se subieron a bordo de un avión Zero-G Airbus A310 que despegó desde el aeropuerto de Burdeos (Francia).
De cinco países
Los viajeros del espacio procedían de cinco estados miembros de la Agencia Europea del Espacio -ESA-: Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica e Italia. Los niños fueron seleccionados por las siguientes organizaciones: Fondation Richard, en Lyon (Francia); The German Sports University, en Köln (Alemania); We Fly! Team in Seniga (Italia); Happy Days Children Charity, en Luton (Reino Unido); y Fondation Saint-Luc, en Bruselas (Bélgica).
Aprender divirtiéndose
Los niños seleccionados experimentaron la ingravidez. Sin embargo, su experiencia fue más allá. Y es que, durante el vuelo, aquellos participaron en diversos experimentos y demostraciones científicas. Entre estos, hay que destacar el encendido de una vela, la mezcla de líquidos de diferentes densidades, jugar al ping-pong con burbujas de agua y el empleo de un rotámetro que demostró (científicamente) los efectos de la microgravedad. Y, por si fuera poco, antes de subir a bordo del avión Zero-G Airbus A310, los niños tomaron parte de un taller educativo en el que, a través de experimentos y demostraciones varias, aprendieron en que consiste la gravedad.
Dos adultos también subieron a bordo
En este caso, fueron dos personalidades relacionadas con la discapacidad: el exatleta, personalidad de la televisión alemana y defensor de causas discapacitadas Samuel Koch, y Philippe Carette, voluntario activo de Rêve de Gosse. Toda esta campaña fue organizada, precisamente, por esta asociación, una ong que, desde hace más de dos décadas, trabaja en proyectos que aúnan el mundo de los niños con el de la aviación.