Quién haya tenido o tenga perro sabrá de lo que hablamos. La relación entre un perro y una persona provoca un vínculo único. La ayuda de perros en la educación, recuperación, rehabilitación, reinserción, tratamiento o mejora de la calidad de vida de algunas personas, es un hecho más visible cada día.
Está más que demostrado que los animales en general y los perros en particular, son una herramienta más que eficaz en la rehabilitación de niños con problemas de movilidad.
Conexión directa
Y de muy buena calidad. Esto sucede muy a menudo y tan sólo practicando métodos de trabajo muy sencillos. Algunos están basados en situaciones tan cotidianas como acariciar al animal, lanzarle un juguete o en que el perro ponga la patita en su regazo.
Estas acciones no dejaran de suponer un poderoso reclamo para el pequeño.
Utilizando gestos y actividades como éstas, el médico, el psicólogo o el fisioterapeuta podrán llegar al niño de manera más fácil… La sesión de rehabilitación resulta más divertida a la par de la sinergia que se vaya a crear entre el perro y el niño, quien no dudará en esperar con ilusión la llegada del animal.
En esta relación de amistad, el perro no juzga al niño por sus limitaciones, sino que le acepta tal y como es. A diferencia de las personas, los perros no pueden ocultar lo que sienten, por lo que muestran una actitud transparente hacía sus dueños. Y esta es la principal baza de los terapeutas para motivar y tratar al niño con discapacidad.
¿Qué tiene de especial un perro terapeuta?
Hay que tener en cuenta que cualquier perro no es apto para este trabajo. De hecho no depende de tener una raza determinada –en realidad, muchos de ellos son mestizos-. Que sean o no aptos depende de las peculiaridades del carácter del animal. Tienen que ser sociables, cariñosos, niñeros, pacientes, juguetones. Además, tienen que tener una psiquis equilibrada, no ser miedosos ni agresivos y mostrar una sociabilidad que les permita relacionarse con extraños.
También perro asistente
Esta es otra de las utilidades de los perros terapeutas: ejercer como perros asistentes. Esto quiere decir que, cuando el niño presenta problemas de movilidad, el perro es capaz de recoger objetos del suelo, abrir y cerrar puertas o pulsar un botón del teléfono con un teclado especial para hacer una llamada de emergencia.