Si te gusta la alfarería, o simplemente eres alguien interesado en las tradiciones, has de saber algo: seas o no una persona con discapacidad, puedes visitar el Museo de Alfarería de Mota del Cuervo en Cuenca sin miedo a encontrar una sola barrera arquitectónica.
Situado en el corazón del Barrio de las Cantarerías, el edificio alberga entre otros una colección de piezas de alfarería tradicional, fotografías y paneles explicativos de la actividad alfarera. Te contamos más.
Escapada Accesible
El Museo abrió sus puertas en agosto de 2009. Fue construido sin ningún tipo de desnivel y adecuado todo con suelos homogéneos y antideslizantes. Por otro lado, los expositores y vitrinas permiten un acceso frontal hacia casi todos los espacios, lo que facilita el acceso de sillas de ruedas y scooters. En definitiva, es una escapada que todo el mundo podrá disfrutar con amigos o en familia.
Un oficio de toda la vida
Esta actividad es mucho más que una exposición de piezas alfareras. Es una actividad donde podremos aprender de una forma muy didáctica e interactiva todo acerca del oficio alfarero que durante generaciones condicionó la forma de vida de los habitantes de esta localidad conquense, haciendo hincapié en el papel de la mujer.
El Museo de la Alfarería de Mota del Cuervo nace como homenaje, como recuerdo y como reconocimiento de todo un pueblo a todas las mujeres cantareras que dedicaron su vida a este oficio. Se pretende homenajear a sus familias, al barrio de las cantarerías, a la gran belleza y a la enorme utilidad que estas piezas tuvieron en su día.
Para todo el mundo
Recorriendo las salas de este museo uno descubre que hasta hace no demasiado tiempo, las cantareras trabajaban el barro en casa. No existían los alfares, por lo que se trabajaba en la cocina cerca de la chimenea en invierno y en los porches y patios a la sombra, en verano.
Y como habréis podido adivinar, toda la familia participaba del proceso de elaboración. ¿Cómo no iba a ser accesible para todos, un lugar en el que se explican todas estas cosas?