Cuando hablamos de danza, inmediatamente nos viene a la mente una imagen de una figura saltando. Una persona bailando sobre unas esbeltas y definidas piernas. Una figura que parece volar en cada salto que da. Pero, para Chelsie Hill, el baile es mucho más que eso.
Chelsie Hill nos enseña que el baile tiene otras figuras y expresiones corporales que pueden convertirse en las exhibiciones más bellas. Aunque no se utilicen los pies.
Chelsie Hill: la bailarina parapléjica que utilizó su silla como trampolín hacia su sueño
La joven Chelsie Hill, nacida en Pacific Grove, siempre ha amado la danza. Casi desde antes de comenzar a caminar incluso. Con tan sólo 5 añitos se apuntó al que sería su primer equipo de baile y con el que competiría a nivel nacional y estatal. Muchas fueron las competiciones en las que cosecharon excelentes resultados, demostrando que lo de Chelsie no era sólo pasión. La pequeña tenía un talento innato para la danza.
Ya en secundaria, formó parte del equipo de la escuela, donde empezó a distinguirse como una de las mayores promesas del país. ¡Chelsie tenía una prometedora carrera en el mundo de la danza!
Pero, tan sólo unos años después, con tan sólo 17 años, la vida de la bailarina dio un giro radical. Un cambio de guión en su prometedora carrera en busca de su sueño. Ocurrió la noche de su graduación. Ella había sido proclamada campeona en las pruebas regionales y, después de graduarse, decidió salir a celebrarlo con los amigos. Pero el coche en el que viajan sufrió un terrible accidente donde la peor parte se la llevó Chelsie. La joven promesa salió despedida hasta colisionar con un árbol.
Este impacto tuvo fatales consecuencias, ya que la dejó paralizada de cintura para abajo. Pero Chelsie Hill nunca se rindió. Ella es una joven positiva, una joven con ganas de comerse el mundo y, ésto, no iba a ser un impedimento para ella. Así, tras conocer el pronostico médico, ella sorprendió a todos con la que fue su declaración de intenciones: «olvídate de caminar, yo quiero bailar».
Cuando cambias de ruta pero mantienes el destino
Después de dos meses ingresada en el hospital tras el accidente, Chelsie salió con ganas de volver a su objetivo. Tan sólo tenía que redirigir su camino. «Me di cuenta de que todavía podía ser bailarina profesional si quería serlo»
La joven lo tenía claro, una silla de ruedas no la iba a frenar. Para ello, Chelsie creó su propia escuela donde poder crear un estilo singular que se ajustara a sus circunstancias. Así, sólo tendría que adaptarse a las nuevas circunstancias.
Rolletes, reality shows y baile, mucho baile
Ya en su escuela, Chelsie fundó uno de los mayores equipos de baile en silla de ruedas del mundo, los «Rolletes». Por otro lado, comenzó a impartir clases semanales en Los Ángeles de danza en silla de ruedas. Además, gracias a sus habilidades encima del escenario, Chelsie logró formar parte del elenco del reality show «Push Girls», de Sundance Channel.
El baile, asegura Chelsie, le salvó la vida. Y es que, «bailar, es bailar, estés es una silla de ruedas o caminando»
Pero la historia de Chelsie no termina aquí. La joven ha querido servir de ejemplo a los adolescentes que pudieran enfrentarse a una situación similar. Su trágico accidente salió publicado en varios medios de comunicación. Por lo que tuvo bastante repercusión. Cosa que Chelsie quiso aprovechar. Así, junto a su padre, creó la fundación Walk and Roll para ayudar a los jóvenes en silla de ruedas.
Así, Chelsie Hill viaja continuamente por los Estados Unidos con su fundación para compartir su historia. Además de instruir a los jóvenes americanos sobre la responsabilidad y la importancia de tomar buenas decisiones en la vida. Y es que Chelsie Hill es todo un ejemplo de superación y perseverancia. Nos ha enseñado que, cuando tienes una meta, un objetivo claro, no hay impedimento que pueda frenarnos.