Carl Joseph, el deportista más asombroso de la historia

Carl Joseph ha sido, probablemente, el deportista más admirable de todos los tiempos. Capaz de saltar 1,78m., lanzar 12,20m de peso, jugar al baloncesto y destacar en el fútbol americano, Carl rompió con todos los paradigmas. Él ha sido un ídolo capaz de casi cualquier cosa.

 

Sólo ha habido una cosa que le diferenciaba del resto de deportistas de élite: Carl sólo usaba una zapatilla de deporte.

Un deportista de élite con una sola pierna

Carl Joseph, nacido en 1961, nunca dijo aquello de «no puedo». Habiendo nacido con una sola pierna, con tan sólo 19 años, decidió romper todas las barreras y convertirse en un deportista de élite. Para él y su gran familia, el hecho de tener una sola pierna nunca fue un impedimento.

En los años 70, el deporte no era como es ahora. Las personas con discapacidad no podían utilizar prótesis ni estaba tan avanzado como hoy día. Además, Joseph se negaba a no competir con sus compañeros. «Nunca me he visto como una persona discapacitada. En mi casa nunca me han tratado así, siempre he sido un chico normal. Yo siempre he podido hacer con una pierna lo que el resto hacía con dos» afirmaba Joseph en una de sus entrevistas televisivas.

Él comenzó jugando al fútbol americano, era su especialidad. De hecho, llegó a pertenecer a uno de los mejores equipos de su instituto, lo que le llevo a hacerse un nombre en todo el país por su asombrosa manera de placar a sus contrincantes. Fue tal su repercusión que el Bethune-Cookman College le becó para ir a estudiar allí y competir dentro de su equipo de fútbol. Podrás imaginar la repercusión que ésto tuvo para él y su única pierna…

Un deportista con discapacidad multidisciplinar

Joseph no se quedó sólamente con el fútbol americano. Su amor por el deporte no conocía límites. Igual que él. Por ello, compitió en atletismo, capaz de salta 1,78m; en lanzamiento de peso (12,20m); en lanzamiento de disco (36,6m) y baloncesto. 

Pero no solamente era un deportista multidisciplinar, sino que también era una auténtica inspiración para todo aquel que le rodeaba. Cuando estaban en un partido e iban perdiendo, al salir Joseph al campo, todos sabían que eran capaces de cualquier cosa. Según el entrenador Bobby Frazier, hubiera sido increíble ver qué hubiera podido hacer si le hubiesen dejado usar sus prótesis.

Compartir en RRSS

Post relacionados