Bien es sabida la importancia que tienen los abuelos en la vida familiar. Tras años y años de dedicación exclusiva a los hijos, en la jubilación, muchos vuelven a hacerse cargo de los nietos. Les acompañan al colegio, les traen de vuelta a casa, les cuidan mientras sus padres están en el trabajo, juegan con ellos… Y, lo más importante, les aportan enormes dosis de amor y cariño.
Sin embargo, debemos plantearnos si, a la inversa, ellos reciben lo mismo. Y, rápidamente nos daremos cuenta de que no siempre es así.
El papel de los abuelos en la actualidad
Como hemos visto, los abuelos son una parte fundamental en el núcleo familiar. Y, con la Crisis y los cambios sociales que hemos vivido, mucho más. Primero, dedicación exclusiva a los hijos durante los años de crianza y hasta su independencia. Y, ahora, una vez que sus hijos se han independizado y formado una familia, vuelven a dedicarles un gran número de horas en cuestión de ayuda con los nietos.
Antiguamente, no era muy común que la mujer trabajase, por lo que podía cuidar del hogar y de los hijos, no necesitando ayudas externas. Pero, con la incorporación al mundo laboral, llegó la hora de compaginar el trabajo con la casa y los hijos. Aunque, no siempre es fácil… Las largas jornadas laborales, los turnos rotativos y la inestabilidad que la Crisis nos ha dejado, hace que, en muchas ocasiones, la conciliación no sea fácil. Entonces, la figura de los abuelos se torna indispensable. Y es que.. ¿quién mejor que ellos para cuidar de los nietos cuando los padres trabajan? Confiamos en ellos, sabemos que les tratarán con cariño y amor, que les darán la mejor educación y que les inculcarán los mejores valores posibles.
Por otro lado, tras la Crisis, vino una gran tasa de desempleo (o de empleo precario) que generó un importante cambio socioeconómico. Si nuestros mayores podían mantener una familia con el sueldo de un sólo miembro, ahora es algo casi impensable para la mayoría de la sociedad. E, incluso, hay familias que ni con dos sueldos son capaces de llegar a fin de mes. Por lo que, los abuelos vuelven a hacer acto de presencia para ayudar económicamente a sus hijos y nietos con sus pensiones.
Finalmente, otro dato a analizar es el factor demográfico. Comparando nuestros días con los de hace unos años, ahora la esperanza de vida de los abuelos es mayor que antes. Lo cual les facilita pasar más tiempo con los nietos y verles crecer. Aunque, por otro lado, la tendencia es a tener hijos a edades cada vez más tardías. Lo que hace que los abuelos sean abuelos a una mayor edad que antes. Aunque, hay estudios que afirman que, a día de hoy, no se puede establecer un perfil concreto del «abuelo». Ya que puede haber casos de abuelos con 40 años que trabajen así como casos de abuelos con 70 años jubilados.
Sea como sea, debemos reconocer el papel tan importante que tienen nuestros mayores en nuestras vidas. Ellos nos han enseñado, nos han cuidado y nos han querido. Y, desgraciadamente, muchos, ahora, se sienten solos y desprotegidos.
¿Cuidamos de nuestros mayores?
Recientes estudios de la UNAF (Unión de Asociaciones Familiares) afirman que los casos de maltrato doméstico a nuestros mayores aumentan día a día en nuestro país. Y, lo peor, se estima que son pocas las personas que lo denuncian. Muchas de ellas se ven sometidas a abusos de todo tipo, incluyendo económicos. Ésto es porque muchos familiares aprovechan en beneficio propio las ayudas y pensiones que reciben para el cuidado de los abuelos.
Por otro lado, muchos de ellos sufren otro mal conocido como es la soledad. Bien porque sus familiares residan lejos, bien porque no tengan familiares o bien porque éstos hayan decidido desentenderse. Estamos hablando de una dura realidad que posiblemente nos toque llegado el momento. Y, si somos afortunados, podremos tener un Centro de Día donde poder ir a relacionarnos y recibir los tratamientos que mejor nos sienten.
Los Centros de Día suponen una gran oportunidad para las personas mayores y para sus familiares. Ya que podrán estar tranquilos sabiendo que médicos y especialistas atenderán de sus mayores durante las jornadas que allí pasen y, además, proporcionarán un espacio cómodo dónde ellos estarán agusto y podrán relacionarse con otras personas de su edad. Además, allí podrán realizar actividades de ocio centradas en sus necesidades que les harán divertirse y evadirse cuando lo necesiten.
En Rehatrans, sabiendo todo ésto, quisimos acercarnos a un Centro de día a conocer las instalaciones y, sobre todo, a compartir una jornada con los mayores que allí acuden. Conocerles, hablar con ellos y compartir grandes momentos que recordaremos durante mucho tiempo.
Por ellos, ¡nuestra actividad solidaria del mes!
Rehatrans, comprometidos con nuestros mayores
Visto todo lo anterior, en Rehatrans quisimos dar un pasito hacia adelante. Quisimos conocer de primera mano a nuestros mayores, visitar uno de los Centros de día de Madrid y compartir una jornada con los abuelos y sus cuidadores.
Para ello, contactamos con el Centro de Día Madrid (perteneciente al grupo AMADE), en el madrileño barrio de Aluche para preparar la jornada. Allí, los responsables recibieron la propuesta con gran entusiasmo y nos ayudaron a prepararlo todo. Así, comenzamos los preparativos para lo que sería una jornada inolvidable para todos. (Si quieres saber más sobre este Centro de Día, pincha AQUÍ)
La jornada constaría de dos partes. La primera, sería un desayuno con los mayores y los cuidadores, ideal para conocernos todos. Para ello, les invitamos a una gran chocolatada con churros… ¿A quién no le gusta este típico desayuno tan castizo? ¡Lo disfrutamos como enanos! Y, lo mejor, pudimos compartir experiencias entre todos. Aprendimos muchísimo y es que.. los abuelos son la voz de la experiencia y ¡así lo demostraron! Muchos años, muchas vivencias… Algunas tristes, otras alegres.. Pero todas, les dejaron un recuerdo que compartieron con nosotros con el cariño que sólo ellos saben dar.
Después, invitamos a las chicas de VidaEs (si quieres saber más sobre ellos, pincha AQUÍ), una empresa dedicada a impartir talleres de risoterapia, a compartir la jornada con nosotros. Debemos decir que, en el momento en el que les propusimos el plan, ¡aceptaron encantadas el reto! Les gustó mucho el proyecto y enseguida se involucraron a elaborar el mejor taller en base a un público tan especial como el que iban a tener.
Así, comenzó el taller de Risoterapia en las instalaciones del Centro. Bailes, juegos con globos, guerras de bolas de papel, chistes, abrazos, risas y lágrimas de emoción. Emoción por parte de los mayores. Emoción por parte de los cuidadores, de Rehatrans y de las chicas de VidaEs.
Sin duda, una jornada que recordaremos todos por mucho tiempo. Y es que, quisimos demostrarles que, aunque la vida les haga pensar que están sólos, no lo están. Nos acordamos de ellos y nos seguiremos acordando siempre.
Desde Rehatrans os invitamos a todos a visitar a vuestros mayores, a no olvidarles. ¡Ellos no nos van a olvidar!
¡Os dejamos la galería de imágenes para que podáis disfrutar tal y como nosotros lo hicimos!