¿Cómo son? ¿Dónde están? Y sobre todo ¿para qué sirven las plazas PMR? Esta respuesta es la más sencilla: para que todos podamos convivir en igualdad de oportunidades. En Rehatrans os lo explicamos y esperamos aportar un granito de arena a la concienciación ante el uso indebido.
Las plazas de estacionamiento para personas con discapacidad tienen como objetivo que estas personas no sean discriminadas en el uso de los espacios comunes y que estos espacios cumplan con los parámetros de accesibilidad necesarios, se trata de una medida de acción positiva para facilitar la igualdad de oportunidades de todas las personas.
Los centros de actividad de las ciudades, municipios, etc. deben disponer de plazas de aparcamientos reservadas para estos usuarios, a ser posible situadas los más cerca de zonas de cruce entre itinerarios peatonales e itinerarios de circulación de vehículos.
Su ubicación no sólo asegura una cercanía a lugares de interés, sino que cuentan con mayor espacio para la apertura de puertas o maletero/portón para poder bajar y subir del coche cuando existen dificultades motoras, se utiliza silla de ruedas, etc.
Características más importantes:
- Superficie horizontal, sin obstáculos y en condiciones de seguridad
- Aquellas que incorporen un vado deben de tener una anchura libre para acceder a la calzada de 1,20 metros.
- Las plazas perpendiculares y diagonales a la acera deben tener una zona de transferencia con un ancho mínimo de 1,50metros.
- Las plazas deben estar convenientemente señalizadas en horizontal y vertical: fondo azul y silueta en blanco del Símbolo Internacional de Accesibilidad.
Hay que recordar que solo pueden ser utilizadas por los titulares de la tarjeta de estacionamiento reservado, y esta persona puede ser el conductor del vehículo o puede ser un pasajero de este, ya que la tarjeta es personal y además es intransferible. Su titular debe de mantenerla en vigor y colocarle en una zona visible del vehículo para poder facilitar la identificación y evitar los casos de uso indebido.
La falta de empatía por parte de otros ciudadanos a la hora de invadir de forma inadecuada estos aparcamientos hace que las personas discapacitadas puedan correr riesgos teniendo que verse obligadas a bajarse de un vehículo en zonas no acondicionadas a su situación, esto supone que no puedan hacerlo de forma autónoma, que puedan encontrarse con obstáculos y lleguen a poner en peligro su integridad física.
Además, está ocupación indebida es considerada por la DGT como infracción grave y conlleva una multa de 200 euros, además de la retirada del vehículo por parte de la grúa.
Recuerda siempre el motivo de la existencia de estas zonas y celebra que, en tu ciudad, o en tu barrio, o en tu pueblo todos puedan convivir en igualdad.