Una de las ideas que se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en llevar una vida saludable es cuidar de nuestra alimentación con una dieta sana y variada, pero ¿cómo podemos hacer esto si tenemos problemas para deglutir?
Muchas personas de edad avanzada, así como quienes padecen distintos tipos de discapacidad presentan disfagia, y por lo tanto tienen dificultad para digerir los alimentos, llegando incluso a la imposibilidad absoluta de ingerir líquidos y sólidos.
Para facilitar la vida de estas personas se han aplicado técnicas de alta cocina que permiten realizar menús con comida texturizada. Este sistema de preparar los alimentos se lleva implantando en centros, residencias y hospitales desde hace algún tiempo para garantizar una dieta completa, además de sabrosa y con una presentación apetecible en la que los alimentos son suaves y blandos sin llegar a ser puré, y sin perder sus propiedades nutricionales.
Con esta técnica basada en la gelificación con agar-agar, lecitina de soja, o gelatina entre otras se consigue que los líquidos se pueden espesar y los sólidos se pueden elaborar con una textura melosa. Esto se lleva a cabo mediante un proceso en el que intervienen máquinas diseñadas específicamente para este fin y que permiten incluso recrear el aspecto del producto original, a menos que la persona que vaya a tomarlo necesite que este sea semilíquido, en cualquier caso, el alimento conserva todo su sabor original.
Los resultados que se obtienen después de implantar este tipo de dieta en aquellos centros en los que hay personas afectadas por disfagia, están siendo muy satisfactorios. Principalmente porque estas personas pasan de una alimentación basada en sopas, cremas y purés a una dieta equilibrada, con sabor y aroma, y además con una presentación estética que evita el rechazo.
Esto repercute directamente en la mejoría de su salud gracias a abrir el abanico de nutrientes que pueden ingerir, y además tiene otros beneficios:
- Repercusión social: la persona afectada puede comer lo mismo que el resto de los comensales de la mesa
- Vuelve a tener apetito: los alimentos tienen todo su sabor y una presentación atractiva
- La comida tiene de nuevo una dimensión placentera
- Mejora la autonomía a la hora de comer, ya que disminuye el riesgo de atragantarse, esta independencia conlleva una mejora funcional también.
La dieta texturizada ayuda a conseguir una alimentación adaptada a la capacidad individual de cada persona y a facilitar una ingesta más completa para tener una vida más saludable. ¡Buen provecho!